Obama no ha sabido conectar con los ciudadanos en un momento de crisis, y lo que se sintió capaz de resolver en su llegada a la Casa Blanca, no ha dado la efectividad que se esperaba según reflejan los resultados de estas últimas elecciones del mid-term celebradas el pasado 2 de noviembre.
Después de los esfuerzos finales de Barack Obama hasta último momento, de su intervención en la red social Twitter animando a los votantes a recurrir a las urnas, y de su campaña a favor de las candidaturas demócratas, el presidente de Estados Unidos ha perdido el apoyo del electorado y el entusiasmo popular que una vez le llevó a la Casa Blanca.
Estas elecciones han sido celebradas al cumplirse la mitad del mandato del presidente Obama con el fin de medir el estado de la opinión pública y darle la opción de hacer correcciones. Se eligen la totalidad de los 435 miembros de la Cámara y una tercera parte de los 100 miembros del Senado.
El resultado ha sido la pérdida de Obama de la mayoría en la Cámara de Representantes del Congreso, pero mantiene la mayoría en el Senado, donde se han asegurado 51 de los 100 senadores, lo que les permite conservar un instrumento fundamental de influencia política.
Los republicanos tienen una clara ventaja en la Cámara de Representantes, donde se han asegurado ya 239 escaños. Aunque faltan aún 13 asientos por asignar, ya tienen asegurada una ventaja superior a la de 54 escaños que obtuvieron en 1994, durante el mandato de Bill Clinton, la última ocasión en la que se produjo un vuelco electoral semejante.
El próximo presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, considera que la victoria de este miércoles de su partido envía a Obama un mensaje claro: "Cambia el rumbo". En cuanto se supieron los resultados, el presidente estadounidense llamó por teléfono a John Boehner y a otros líderes demócratas y republicanos del Congreso para expresar su disposición a colaborar con ellos tras el triunfo de la oposición en las elecciones legislativas.
La explosión del movimiento Tea Party, de carácter ultraconservador, garantiza una voz en el Senado con la elección de dos candidatos, grandes vencedores de la noche, Rand Paul en Kentucky, y Marco Rubio en Florida. Ambos han prometido trasladar su ideario antigubernamental hasta los pasillos de Washington. En cambio, la representante del Tea Party, Christine O´Donnelle, pierde su carrera electoral por el escaño en el Senado de Delaware a favor del demócrata Chris Coons. Mientras, el fiscal general de Connecticut, Richard Blumenthal vence a la republicana Linda McMahon. Con estas dos importantes victorias en la costa este, los demócratas garantizan su defensa en el Senado.
Por su parte, el ex senador republicano Dan Coats de Indiana obtiene un escaño que estaba en manos demócratas y volverá a la cámara alta después de más de una década de ausencia.
El senador republicano Jim DeMint de Carolina del Sur gana un segundo período, mientras que el senador demócrata Patrick Leahy de Vermont obtiene su séptimo.
En Ohio, el republicano Rob Portman gana el escaño del Senado que ocupaba su compañero de partido George Voinovich. Por otra parte, en Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo gana la elección a gobernador frente al republicano Carl Paladino.
Sin embargo, los republicanos conservan Texas y además logran arrebatar a los demócratas Dakota del Norte, que también se daba por seguro.
El ex candidato republicano a la Presidencia de EEUU John McCain resulta reelegido como senador por Arizona.
El demócrata Jerry Brown gana la gobernación de California y reemplaza al republicano Arnold Schwarzenegger, mientras que el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha revalidado su escaño por Nevada frente a la candidata republicana, Sharron Angle, en una de las carreras más ajustadas de las elecciones legislativas.
La republicana Jan Brewer, actual gobernadora de Arizona, retiene su cargo al obtener más del 55% de los votos a su favor frente al demócrata Terry Goddard.
Por último, el candidato republicano Mark Kirk ganó la noche del martes la contienda por el puesto de Illinois en el Senado de EE.UU. que dejó vacante en 2008 el presidente Barack Obama.
Este es el resultado de una campaña electoral cuyo coste ha batido un récord histórico al sobrepasar los 3.000 millones de dólares en gastos (unos 2.150 millones de euros), según el Centro para el Análisis de las Campañas en los Medios de Comunicación. El resultado de dicha campaña es asumido por el presidente Barack Obama, quien afirmó que tiene que hacer un mejor trabajo y que aún hay esperanza para la estabilidad y el progreso.
Alba Castillo Torío
No hay comentarios:
Publicar un comentario